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Linneo
La necesidad de dar nombre a todas la especies conocidas y a las muchas que se van descubriendo lleva a Carlos Linneo (1707-1778) a agruparlas por se mejanzas, con lo cual nace también un árbol genealógico, que se completará posteriormente por abajo con las especies fósiles. Inevitablemente aparece el concepto de evolución de las especies, aun cuando Linneo fuera fijista. -
Buffon
El gran problema de la época es que, si la ciencia habla de «especies extinguidas», la obra del Creador no es perfecta, dado que algunas no han funcionado. Georges Louis Leclerc, conde de Buffon (1707-1788), acepta los cambios evolutivos, pero en sentido inverso. Los monos son degeneraciones del hombre, el burro del caballo, etc. -
Lamarck y la adaptación: la necesidad crea el órgano
Lamarck todavía defendía la «generación espontánea», por la cual los seres vivos surgían de cualquier cosa. Ley del uso y desuso de los órganos y ley de la herencia de los caracteres adquiridos. -
Cuvier
Georges Cuvier (1769-1832), gran impulsor del estudio de los fósiles (Paleontología), se basa en los mismos y en los seres actuales, a los cuales agrupa por sus características estructurales (dentición, forma, etc.) y se crea así la anatomía comparada. Pero sus conclusiones caen en el fijismo, y propone la teoría de las grandes catástrofes para la extinción de las especies evitando de nuevo poner en entredicho la obra del Creador. -
Lyell
Contemporáneo de Cuvier, Lyell (1797-1875), abogado y geólogo, representa la corriente gradualista, contraria al fijismo, y explica los cambios geológicos y biológicos mediante periodos sucesivos de extinción y creación. Su obra Principios de Geología sirve de inspiración a Charles Darwin.