CRISPR

By Cornu13
  • Identificación de la célula 1

    Las secuencias conocidas como CRISPR fueron identificadas por primera vez por un grupo de científicos japoneses en 1987
  • Identificación de la célula 2 y publicación

    Además de la anterior vez, la célula también fue descubierta a principios de los noventas por el científico Francisco J. M. Mojica en una arquea Haloferax mediterranei, los resultados fueron publicados en 1993.
  • Detección y primer nombre

    En el año 2000, Mojica y sus colaboradores detectaron un gran número de estas secuencias repetidas en bacterias, arqueas y mitocondrias y propusieron el nombre “Short Regularly Spaced Repeats” (Repeticiones cortas regularmente espaciadas).
  • Nombre final y descripción

    Unos años después, Mojica propuso y acuño el acrónimo CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palyndromic Repeats), esta última fue la que se quedó al final gracias a que una revista publicada en 2002 también uso el termino; de hecho, en esa misma publicación se describió por vez primera un conjunto de genes, algunos de los cuales codifican nucleasas o helicasas putativas, asociados a las secuencias repetidas CRISPR.
  • Se descubre de donde derivan algunos espaciadores de los CRISPRs

    En el año 2005, tres grupos de investigación independientes enseñaron que algunos de los espaciadores de los CRISPRs se derivan de diversas fuentes de ADN, como ADN de fagos y ADN extracromosomal como los plásmidos.
  • Se descubre que se puede alterar la resistencia

    En el 2007, Barrangou, Horvath (científicos de la industria alimenticia en Danisco) y el grupo de Moineau en la Universidad Laval (Canadá), mostraron que podían alterar la resistencia de Streptococcus thermophilus a ataques de fagos con ADN.
  • Se descubre el uso de CRISPR como herramienta de ingeniería genética

    En el año 2012, Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier publicaron en Science un trabajo que mostraba cómo CRISPR podría utilizarse a modo de herramienta de ingeniería genética. La promesa no era poca. Usando esta proteína, científicos de todo el mundo podrían eliminar o insertar secuencias de ADN en células de una manera precisa. Desde entonces, en laboratorios de todo el mundo se ha editado ADN en células de diversas especies, incluidos ratones y monos, así como en embriones humanos.