-
Las guerras de Oriente Próximo
La eterna lucha entre Israel y Palestina, las guerras de Irak y Afganistán y las graves tensiones entre Estados Unidos e Irán son los principales escenarios de Oriente Próximo, uno de los conflictos bélicos vigentes en 2020 que persiste con el paso del tiempo y en el que la Unión Europea está intentando mediar, a través de su Alto Representante de Política Exterior, Josep Borrell. -
Guerra de Siria
La guerra en Siria inició hace casi ya una década, en marzo de 2011 y aún hoy es una de las guerras activas en 2020. Desde entonces, se ha cobrado la vida de 380 000 personas, según datos del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos; de ellos, 115 000 son civiles. Pero este conflicto no solo ha dejado a su paso muerte: los ataques y bombardeos de ambos bandos han destruido prácticamente la totalidad el país y provocado la salida de Siria de casi 12 millones de personas. -
Guerra de Sahel
El Sahel es una amplia franja que va de un lado al otro del continente africano, desde el norte de Senegal al norte de Etiopía y en cuyo seno se aúnan múltiples conflictos armados como consecuencia de intereses geo-políticos, luchas étnicas y la fragilidad de los estados -en los que imperan la corrupción y los regímenes autoritarios-; situación que se agrava porque, además, muchos de estos países están a la cola en el Índice de Desarrollo Humano. -
Guerra de Sudán del Sur
Sufre desde el año 2013 una guerra que parece no tener fin, ni siquiera a pesar de la mediación de la comunidad internacional durante el gobierno de Barack Obama. El presidente y vicepresidente del gobierno del nuevo país entraron en conflicto por tener el control de los numerosos recursos naturales que posee. Los más débiles son quienes sufren las consecuencias; y no solo sufren los efectos de la guerra, además padece una de las hambrunas más graves del planeta. -
Guerra civil Yemení
Inició como consecuencia del golpe de Estado de 2014 y que a día de hoy aún enfrenta a las fuerzas separatistas del sur con las leales al gobierno del presidente Al-Hadi. Este conflicto ha venido a agravar la difícil situación de uno de los países árabes más pobres: entre sus consecuencias más devastadoras, la hambruna que sufre más del 60% de la población y más de 2000 muertos y afecta a más de medio millón de personas, de las que se estima que el 41% son menores de 15 años.